Llena de Gracia.

Cartas de Francisco Javier Cervigon Ruckaver a la Virgen María, madre de Dios y madre nuestra.

1. Madre nuestra y de Dios.


Madre nuestra, que estás en el Cielo,
santificado sea el nombre de Dios,
venga a nosotros Su Reino,
hágase Su voluntad
en la tierra como en el Cielo.
que nos dé hoy nuestro pan de cada día,
perdone nuestras ofensas
como también nosotros perdonamos
a quienes nos ofenden.
Que no nos deje caer en la tentación
y nos libre del mal.
Amén.